Procurar reprimir los sentimientos a fuerza de voluntad no ayuda. Puede ser contraproducente y reforzar el impulso. Descubra por qué.
Toda sensación que experimentamos es una señal y toda emoción, es un llamado de atención. Puede convertirse en una oportunidad para efectuar un cambio, fortalecer una relación o avanzar hacia algo nuevo. Es así cuando nos damos a la tarea de procesar nuestras emociones con ayuda de Dios. Leer Más